Las tradiciones del carnaval tienen un inmenso potencial económico en varios países, como se ve en Trinidad y Tobago y Brasil, donde generan millones de dólares y empleos. Es desalentador presenciar la pérdida de estas tradiciones en República Dominicana, por la falta también de apoyo político. Sin embargo, con visión a futuro, el carnaval tiene el potencial de ser una industria exportable que promueve la cultura local y genera ingresos. Los gobiernos municipales deben priorizar y promover tradiciones carnavalescas únicas, ya que resaltar y exportar estas tradiciones puede atraer turismo e impulsar las economías locales. Es crucial que los funcionarios electos este próximo 18 de febrero consideren el potencial económico del carnaval y preserven estas valiosas tradiciones en lugar de centrarse únicamente en las festividades extranjeras. La industria musical de Trinidad y Tobago constituye un ejemplo rentable de exportación cultural.